1969
En 1969, Don Efren Iñiguez y sus hijos sembraron las raíces de lo que hoy conocemos como Carnicería Flor de Mayo.
Todo comenzó en la pintoresca calle Industria del viejo Guadalajara, donde la visión audaz de Don Efren le llevó a apostar por el negocio de la carne.
Desde sus inicios, nuestra familia se sumergió en el mundo de la ganadería, apostando por la calidad desde el origen.
Don Efren y sus hijos vendieron sus primeros "toritos", marcando el inicio de una tradición que trascendería generaciones.
La clave de nuestro éxito radica en el compromiso con la frescura y la calidad.
Desde el embrion hasta la mesa de nuestros clientes, cada paso del proceso refleja nuestra dedicación a proporcionar carne excepcional y auténticos sabores a lo largo de los años.
Hoy, Carnicería Flor de Mayo es más que un negocio; es una extensión de la rica historia culinaria de Guadalajara.
A lo largo de décadas, hemos evolucionado, pero nuestra esencia sigue siendo la misma: ofrecer a nuestros clientes la mejor carne, criada con amor y entregada con tradición, directamente desde nuestra familia a la suya.
¡Acompáñanos en este viaje lleno de sabor y legado!